Es misterioso, siempre, cómo las personas aparecen y desaparecen de la Historia. Sobre todo cuando desconocemos cómo concluye su relato, y la vida se llena de interrogantes, silencios y medias mentiras que la imaginación fantasea. Cuando sentimos que no existe tal cosa como la violencia simbólica, cuando los recuerdos se arrugan y dibujan una existencia material. Una majestuosa pileta, proyectada como piscifactoría y ahora dedicada al culto contemporáneo del ocio, es la huella más evidente del paso de Giuseppe Di Silvestro por Cañada Rosquín, Santa Fe. De su llegada a principios de la década del sesenta, envuelto en la bruma y la aparente riqueza que rodea a algunos inmigrantes que aterrizan en América, y de sus planes para la creación de un nuevo mundo – un Arca de Noé submarino para alumbrar una nueva era – apenas quedan algunos documentos y vagas imágenes en la memoria de ciertas personas. El Pez Rey y la Sociedad O.A.S.Y.S. es un relato de origen sin final, un retrato coral armado de olvidos circulares, movimientos de fuga y ambivalentes símbolos animales que especulan con el intento de fundar no sólo un pueblo, sino una civilización y una nueva forma vida.
Texto: Alfredo Aracil